Las numerosas variedades agrícolas del cáñamo

La polivalencia del cáñamo se deriva en parte de las numerosas subespecies y variedades agrícolas de su especie Cannabis sativa L., las cuales difieren mucho, tanto en características como en aplicaciones.

La figura 1 muestra las tres subespecies conocidas de Cannabis sativa L.

Figura 1. – Distintas subespecies originales de Cannabis sativa L.

  • Cannabis sativa sativa: tallos largos y baja densidad de ramas. Bajo porcentaje de THC.
  • Cannabis sativa indica: tallo corto, alta densidad de ramas e inflorescencias (flores). Alto porcentaje de THC.
  • Cannabis sativa ruderalis: tallo corto, baja densidad de ramas, alta rusticidad (resistencia). Porcentaje de THC muy bajo.

Estas tres subespecies han dado lugar, por evolución propia, por hibridación entre sí y/o por acción humana, a numerosísimas variedades agrícolas con marcadas diferencias entre sí.

Por ello, en la práctica, se distinguen de forma general dos grandes grupos de variedades en función del aprovechamiento de cada una: las variedades medicinales y las variedades industriales.

Las variedades medicinales se han seleccionado en base a su mayor rendimiento en flores y en base a las sustancias químicas de interés medicinal que éstas flores producen.

Las variedades industriales destacan, en cambio, por su rendimiento en fibra (tallo) o semillas.

Por ello, todas estas variedades suelen mostrar diferencias en su fisionomía en función de su destino previsto:

  • Las variedades medicinales suelen ser variedades de menor estatura y con gran densidad de ramas con gran producción de inflorescencias, puesto que las flores son las principales productoras de las sustancias químicas de interés medicinal.
  • Por otro lado, las variedades industriales suelen poseer largos tallos y menos densidad de ramas e inflorescencias. Algunas variedades destacan por su mayor producción de fibra y otras por su gran producción de semillas de alta calidad nutricional.

El cáñamo: un cultivo polivalente y sostenible

Los principales atractivos del cultivo de Cannabis sativa L., comúnmente denominado cáñamo, son su polivalencia y su sostenibilidad. La planta provee de valiosos fitoquímicos de alto valor médico, posee un alto valor nutricional y supone una fuente importante de fibras tanto celulósicas como leñosas con amplias aplicaciones industriales.

Adicionalmente, la planta posee unas características botánicas que hacen que tanto su cultivo como su manejo agronómico sean no sólo de bajo impacto ambiental, sino incluso beneficiosos para el medio ambiente.

Esta planta es una materia prima alternativa muy competitiva tanto por sus características técnicas como por su sostenibilidad en numerosas aplicaciones industriales, y abre nuevas posibilidades de desarrollo e innovación de nuevos materiales, productos y servicios.

La adecuada labor de I+D en colaboración con centros tecnológicos y empresas de los diferentes sectores es crucial para lograr la integración de esta nueva materia prima en los distintos procesos, y aprovechar todo su potencial.