
Green & Growth®
G-Lignine
Lignina técnica de alta pureza, en polvo, libre de azufre y completamente sostenible, purificada a partir de biomasa lignocelulósica de cultivos fibrosos mediante métodos 100% respetuosos.
La lignina es el segundo material natural más abundante en la Tierra, y junto con la celulosa, son los materiales estructurales elegidos por la naturaleza para brindar soporte y resistencia a todos los vegetales del mundo.
La lignina es abundante, renovable, puede obtenerse de manera sostenible, es biodegradable y compostable, económica, biocompatible, y posee grupos funcionales únicos de gran interés para la industria.
La lignina es una macromolécula poliaromática compleja y rica en grupos funcionales, y representa el mayor reservorio mundial de compuestos aromáticos renovables. Todas las sustancias químicas derivadas del petróleo pueden sintetizarse a partir de la lignina, junto con muchos otros compuestos. Estos productos de alto valor añadido podrían reemplazar a innumerables productos de origen no renovable (fósiles o minerales) en todos los sectores industriales.
A partir de la biomasa lignocelulósica (compuestos hidrocarbonados con C, H y O) se pueden obtener los mismos recursos que a partir del gas natural o el petróleo (hidrocarburos con C y H), así como otros nuevos con características superiores de inocuidad y sostenibilidad. Estos últimos deberían liderar la industria para un futuro mejor.
La lignina es una materia prima ambiental y económicamente sostenible para biomateriales y productos químicos, capaz de impulsar, junto con la celulosa y sus derivados, la próxima revolución de biomateriales en la industria.
El uso de la lignina: Pasado y futuro
La lignina es un subproducto importante de las industrias de celulosa y papel. Tradicionalmente, estas industrias han producido pulpa de celulosa mediante la hidrólisis de biomasa con ácidos fuertes como el ácido sulfúrico (métodos kraft y sulfito), generando lignina con contenido de azufre como subproducto de la producción de pulpa celulósica.
A lo largo de los años, la lignina se ha quemado predominantemente como combustible para generar calor y energía. Sin embargo, esta práctica convencional no es óptima desde el punto de vista económico y ambiental, considerando que la lignina podría utilizarse potencialmente como fuente sostenible para producir combustibles y productos químicos de alto valor.
De hecho, en la última década, la investigación basada en lignina y el desarrollo de nuevos productos han cobrado un importante impulso gracias al concepto de biorrefinería y a la generación de lignina libre de azufre, que está ganando gran popularidad. Actualmente, existe un resurgimiento en la demanda de lignina para su uso en aglutinantes, adhesivos, dispersantes, tensioactivos, bioplásticos, aditivos para hormigón, aplicaciones biomédicas, entre otros.
Beneficios de la lignina libre de azufre frente a la lignina con azufre
La mayor parte de la lignina con azufre proviene de la industria papelera y de celulosa. Los tipos más comunes de lignina con azufre son la lignina kraft, la lignina sulfito y la lignina hidrolizada.
La lignina con azufre contiene compuestos inorgánicos de azufre derivados del proceso de purificación. Por lo general, esta lignina presenta alrededor de un 5% de impurezas de azufre, aunque en algunos casos puede alcanzar hasta un 25%. Estas impurezas representan un obstáculo para los procesos catalíticos posteriores, debido a su potencial toxicidad, especialmente si la lignina está destinada a aplicaciones alimentarias o biomédicas.
Por otro lado, la lignina libre de azufre se obtiene mediante el uso de solventes orgánicos respetuosos con el medio ambiente y la salud humana. Esta variedad es más sostenible y posee un mayor espectro de aplicaciones potenciales en comparación con la lignina con azufre, tanto por su menor toxicidad como por la ausencia de olores desagradables. Cabe destacar que los compuestos azufrados empleados en la separación de celulosa y lignina son responsables del olor característico asociado a las plantas papeleras.
APLICACIONES
Aproximadamente el 98% de la lignina producida se utiliza como combustible para generar calor y electricidad, aunque no sea el mejor modo ni el más sostenible de sacarle partido. El valor calorífico promedio de la lignina seca es de alrededor de 25 MJ/kg. En promedio, el carbón tiene una densidad energética de 24 a 30 MJ/kg. La combustión de la lignina con carbón se ha utilizado en gran medida como combustible para calentar las calderas de pulpeo en la industria celulósica. Algunos estudios reportan que la combustión conjunta de lignina con carbón aumenta la eficiencia de la caldera en un 38% en comparación con la caldera alimentada solo con carbón negro, mientras reduce las emisiones de carbono en un 60%.
Los avances en la comprensión de la reactividad de la lignina han llevado a desarrollar diferentes tipos de macromoléculas como poliuretano, fibra de carbono, aleación de polímero, relleno y extensor de polímero.
La lignina actúa como sustancia adhesiva favoreciendo la unión entre otros materiales, lo cual tiene importante relevancia en el campo de los biocomposites, de los tableros aglomerados, la cerámica, en los electrodos de biobaterías y en múltiples aplicaciones que requieren briquetting, ya sea de material orgánico o mineral (comida para animales, polvo mineral, aglomerante polvo-líquido, various dust suppression applications, etc.)
La adición de lignina al cemento puede mejorar la resistencia y propiedades mecánicas del mismo, así como facilitar la dispersión de los diferentes materiales optimizando el proceso de mezcla, lo que repercute en su calidad y longevidad. Su adición mejora las propiedades ignífugas del material.
En el ámbito médico, las ligninas pueden emplearse como apósitos para heridas, productos farmacéuticos y materiales para la liberación controlada de fármacos. También tienen aplicaciones en materiales para almacenamiento de energía electroquímica, biocompuestos lignina-plástico compatibles con la bioimpresión 3D, y en ingeniería de tejidos.
Además, a partir de la lignina se pueden sintetizar moléculas de alto valor farmacéutico, como vitaminas, hormonas y analgésicos.
A partir de la lignina es posible formular dispersantes, sustancias coloides, estabilizadores, adhesivos, tensioactivos o detergentes, emulsionantes, aglomerantes, etc.
La lignina es precursora de numerosas sustancias químicas de alto valor. Es posible despolimerizarla, sintetizar nuevos sitios químicos activos, funcionalizar sus grupos hidroxilo o producir copolímeros de injerto de lignina.
Las posibilidades de transformación son inmensas, abarcando desde fibras de carbono basadas en lignina hasta compuestos hidrocarbonados BTX (benceno, tolueno y xileno), fenol y diversos productos derivados de su oxidación.
La lignina es una fuente renovable de hidrocarburos aromáticos de alta relevancia económica por sus amplias aplicaciones.
Todos estos compuestos son importantes en la industria química y se obtienen principalmente a partir del refino y la transformación del petróleo.
Los hidrocarburos aromáticos tienen aplicaciones en varias áreas, como la fabricación de productos petroquímicos, la producción de plásticos, disolventes industriales, productos farmacéuticos, pinturas, cosméticos, y como intermediarios en la producción de compuestos químicos más complejos, entre otros.
Los combustibles fósiles y sus derivados son las principales fuentes energéticas tanto para mover vehículos como para calefacción y producción de energía. La lignina ofrece una alternativa renovable y sostenible para la producción de estos hidrocarburos. Mediante procesos como la hidrodesoxigenación, es posible convertir la lignina en hidrocarburos utilizables como combustibles de aviación, ayudando a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y a disminuir las emisiones de carbono en la industria de la aviación.
La lignina puede ser transformada en compuestos fenólicos mediante la reacción de hidroxialquilación. Los compuestos fenólicos son muy reactivos y de naturaleza ácida debido a la presencia del grupo -OH.
Es técnicamente sencillo oxidarlos para formar polímeros, y sustituyen fácilmente a los adhesivos fenólicos de las resinas, pero disminuyendo su naturaleza tóxica y volátil, además de eliminar la necesidad de utilizar el aún más controvertido formaldehído.
Los derivados fenólicos se utilizan muchísimo en la industria cosmética (cremas solares, coloración de cabello, aclaramiento de la piel,…), perfumería, química, farmacéutica y alimentaria.
Actualmente los compuestos fenólicos se producen a partir del benceno derivado del petróleo. La lignina constituye una fuente abundante, estable y renovable que puede sustituir a los compuestos fenólicos derivados del petróleo.
La vainillina es un aldehído que es el componente principal del extracto de vainilla natural. Es ampliamente utilizado como saborizante en alimentos, bebidas, y productos farmacéuticos.
El ácido vanílico, también utilizado como saborizante, es una forma más oxidada que la vainillina.
Actualmente, la mayoría de vainillina consumida se produce de forma sintética a partir del petróleo, puesto que el mercado de la vainilla natural es pequeño y de precios muy fluctuantes.
La posibilidad de producir vainillina y ácido vanílico a partir de lignina ofrece una oportunidad para desahogar el mercado de vainilla natural de forma más sostenible que a partir del petróleo.
El DMSO se obtiene a partir de la lignina. Es un solvente comercial ampliamente utilizado en multitud de reacciones industriales desde mediados del siglo XX. Es capaz de disolver moléculas polares y apolares, incluidas muchas sales. También se utiliza como criopreservante de células vivas.
Se trata de los hidrocarburos aromáticos que tienen un solo anillo bencénico, e incluyen compuestos económicamente tan relevantes como el benceno, el tolueno o el xileno (BTX). Actualmente BTX se produce a partir del petróleo, y es la fuente del 60% de los compuestos aromáticos del mundo, utilizándose para múltiples aplicaciones.
La fabricación y uso de los hidrocarburos aromáticos debe realizarse bajo estrictos controles de seguridad, puesto que la mayoría son nocivos para la salud. Su toxicidad radica en su gran afinidad con los tejidos ricos en grasas, por lo que resultan tóxicos, afectando al sistema nervioso central y periférico, considerándose desde irritantes a altamente cancerígenos en algunos casos.
Por ello, su uso y aplicación deben realizarse siempre bajo estrictos estudios previos de seguridad y en casos de ausencia de alternativas.
Algunos de ellos y sus aplicaciones se enumeran a continuación:
- Benceno: El hidrocarburo aromático más básico. Es altamente volátil y tóxico, por lo que su manejo y exposición debe ser controlada.
Posee una enorme versatilidad como precursor de otros compuestos químicos, debido a su estructura estable y a que es posible realizar múltiples modificaciones en diferentes posiciones de su molécula. Esto permite la creación de una amplia variedad de compuestos con diversas propiedades y aplicaciones en la industria farmacéutica, cosmética, y química en general.
Derivados del benceno:
- Tolueno (metilbenceno): Derivado del benceno con un grupo metilo. Se usa como disolvente y en la fabricación de productos químicos.
- Etilbenceno: Se usa en tinturas, insecticidas y pinturas. Precursor del estireno.
- Xileno (dimetilbenceno): Se usa como disolvente, adhesivo, en rotuladores permanentes, en la formulación de la gasolina y es precursor del ácido ftálico.
- Ácido isoftálico: Se incorpora en gasolinas (aumenta el índice de octanos), se usa como disolvente, en la industria textil (poliéster, tergal, dacron…) y en la obtención de compuestos ftálicos para ser usados como plastificantes (obtención del plástico tereftalato de polietileno (PET), el más empleado en envases de bebidas).
- Estireno: Benceno con un grupo vinilo unido. Importante materia prima para polímeros plásticos.
- Anisol: Benceno con un grupo metoxi. Olor similar a las semillas de anís. Se usa fragancias artificiales.
- Hormonas y vitaminas (excepto la vitamina C).
- Condimentos, perfumes y tintes orgánicos.
- Algunos alcaloides.
- Sustancias como el trinitrotolueno (TNT) y los gases lacrimógenos.
- Ciertos analgésicos como la aspirina, acetaminofeno e ibuprofeno.
Son hidrocarburos aromáticos con más de un anillo bencénico fusionado. Algunos muy conocidos son:
• Naftaleno: Tiene dos anillos bencénicos fusionados. Se usa en las bolas de naftalina.
• Antraceno: Tiene tres anillos bencénicos fusionados. Utilizado en la fabricación de productos químicos y en la industria del carbón.
Los hidrocarburos sustituidos son compuestos que tienen la misma estructura que un hidrocarburo, pero que contienen átomos de otros elementos distintos al hidrógeno y el carbono en lugar de una parte del hidrocarburo, llamado grupo funcional.
Un ejemplo son los compuestos halogenados, que tienen como grupo funcional los átomos de halógenos. Se utilizan en refrigerantes, disolventes, pesticidas, repelentes de polillas, en algunos plásticos y en funciones biológicas (hormonas tiroideas). Algunos de estos compuestos son el cloroformo, el diclorometano (disolvente), la tiroxina (hormona tiroidea), el freón (gas refrigerante muy dañino para la capa de ozono), el DDT (pesticida), los PCBs (sustancia ignífuga muy utilizada en material eléctrico, fabricación de pesticidas) o el PVC (polímero plástico).
Algunos de ellos son altamente tóxicos, por lo que su fabricación y uso deberían ser estrictamente controlados y únicamente para casos excepcionales y sin alternativa.
La lignina es un precursor natural con alto contenido de carbono y constituye una fuente ideal de bajo costo para producir compuestos ricos en carbono, como fibra de carbono, materiales similares al grafeno, grafito, carbón activado, entre otros. Estos materiales tienen aplicaciones en:
Dispositivos electroquímicos: almacenamiento de energía, baterías de iones de litio y sodio (electrodos), supercondensadores.
Energía renovable: células solares, pilas de combustible.
Medioambiente: filtros técnicos, dispositivos de captura de metales pesados y contaminantes.
La fibra de carbono se utiliza ampliamente en la industria deportiva y aeroespacial. Sin embargo, la industria automotriz podría convertirse en un sector prometedor para este material, ya que tiene el potencial de reemplazar al acero en componentes estructurales.